BID ubica a Nicaragua entre países que más invierte en salud en Latinoamérica
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ubicó a Nicaragua como el cuarto país en Latinoamérica que más invierte en salud, superado únicamente en un mínimo porcentaje por Costa Rica y Uruguay.
En un informe denominado, América Latina Post Covid-19, el BID detalla que Nicaragua invierte en salud 5.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que Costa Rica destina un 5.6 por ciento.
En el documento Nicaragua aparece como uno de los países con menos déficit público, y es la segunda nación de Latinoamérica con la menor deuda pública, es decir que puede tener mayor acceso a financiamiento con los organismos multilaterales.
En el tema del empleo y el sistema financiero, el Banco Interamericano de Desarrollo hace una serie de recomendaciones para que los países puedan evitar mayores consecuencias debido a la pandemia del Covid-19.
En el caso de Nicaragua el BID especifica que es un país que depende principalmente del sector servicio, por lo que se debe apostar a la reactivación del turismo para lograr la recuperación económica.
El BID dice que en Nicaragua la mayor cantidad de empleos se generan en el sector servicio y agropecuario, y en un tercer lugar la industria.
“La economía nicaragüense se vería afectada por el choque en la actividad económica mundial ante la pandemia, debido a que algunas de las fuentes de crecimiento del país están relacionados con la dinámica del exterior. La crisis sanitaria y económica mundial podría ralentizar cuatro de los motores de la actividad económica nicaragüense”, refiere el organismo multilateral.
“Si bien existe incertidumbre sobre cómo evolucionará la pandemia en el país, las respuestas de políticas públicas tendrían, llegado el caso de una expansión de la enfermedad, como objetivos prioritarios de corto plazo proteger las vidas y atender a los enfermos del Covid19; y, medidas que protejan a grupos vulnerables, así como a trabajadores y empresas impactadas por la crisis”, reconoce el BID.
El BID sugiere que una vez que la pandemia pase, la política fiscal de Nicaragua deberá tener en un primer momento una postura de contribuir a que la economía se recupere, ara luego realizar ajustes que garanticen una trayectoria sostenible de la deuda, es decir, que los ingresos y gastos públicos tengan un equilibrio que eviten que los pasivos públicos sigan incrementándose.
Asimismo, resultaría oportuno evaluar otro tipo de medidas estructurales que tengan un doble fin, contribuir a una recuperación económica post – pandemia, al tiempo que contribuyan a elevar el crecimiento de largo plazo.
El BID indica que la tasa de pobreza alcanzó 24.9% de la población en 2016, mostrando una caída de 4.7 puntos porcentuales respecto a 2014. La clase media aumentó de 12,3% en 2007 a 21,1% en 2017.
BID places Nicaragua among countries that invests the most in health in Latin America
The Inter-American Development Bank (IDB) ranked Nicaragua as the fourth country in Latin America that invests the most in health, surpassed only by a minimal percentage by Costa Rica and Uruguay.
In a report called Latin America Post Covid-19, the IDB details that Nicaragua invests 5.2 percent of the Gross Domestic Product (GDP) in health, while Costa Rica allocates 5.6 percent.
In the document, Nicaragua appears as one of the countries with the least public deficit, and is the second nation in Latin America with the lowest public debt, that is, it can have greater access to financing with multilateral organizations.
On the subject of employment and the financial system, the Inter-American Development Bank makes a series of recommendations so that countries can avoid greater consequences due to the Covid-19 pandemic.
In the case of Nicaragua, the IDB specifies that it is a country that depends mainly on the service sector, so it must bet on the revival of tourism to achieve economic recovery.
The IDB says that in Nicaragua the largest number of jobs are generated in the service and agricultural sector, and in a third place the industry.
“The Nicaraguan economy would be affected by the shock in world economic activity in the face of the pandemic, because some of the sources of growth in the country are related to the dynamics of the exterior. The global health and economic crisis could slow down four of the engines of Nicaraguan economic activity, ”says the multilateral organization.
“Although there is uncertainty about how the pandemic will evolve in the country, the public policy responses would have, in the event of an expansion of the disease, as short-term priority objectives to protect the lives and care for Covid patients19; and, measures that protect vulnerable groups, as well as workers and companies impacted by the crisis, “acknowledges the IDB.
The IDB suggests that once the pandemic passes, Nicaraguan fiscal policy should initially have a position of contributing to the recovery of the economy, and then make adjustments that guarantee a sustainable trajectory of the debt, that is, that public income and expenses are balanced to prevent public liabilities from further increasing.
Likewise, it would be opportune to evaluate other types of structural measures that have a dual purpose, contributing to a post-pandemic economic recovery, while contributing to raising long-term growth.
The IDB indicates that the poverty rate reached 24.9% of the population in 2016, showing a drop of 4.7 percentage points compared to 2014. The middle class increased from 12.3% in 2007 to 21.1% in 2017.