Yunta de Bueyes primer transporte nica en Siuna en la memoria de Olga Ugarte
Traemos la crónica de Olga Ugarte, una profesora de Siuna, actualmente reside en California Estados unidos y comparte sus memorias de la Siuna en sus primeros años.
Hacia los años 40 creo porque aún no nacía sin embargo por investigaciones puedo asegurar que el primer transporte fue una carreta de bueyes de Don Juan Rugama.
Don Juan Rugama era un señor moreno lavado, con unos ojitos semicerrados, fuerte para sus años no sé cuántos tendría cuando yo recuerdo amable con la gente vivía contiguo a los Salvador en las faldas de la montaña.
Tenía una yunta de bueyes y su carreta donde transportaba la carga que venía de Managua y la distribuía por todo el pueblo especialmente los comerciantes chinos y demás gente del pueblo.
Cuando yo era chica mi abuela me mandaba los sábados al comisariato a comprar arroz, harina, mantequilla y azúcar en un saquito eso pesaba caminando, yo me lo cargaba en la espalda pero me cansaba porque tendría tal vez unos 9 años.
Yo era flaquita iba descansando poco a poco, había veces que me encontraba con Don Juan y su carreta que iba de regreso a Siuna, entonces yo aprovechaba y sin pedirle permiso me montaba en la carreta en la parte de atrás, así me llegaba hasta el puente cerca de la casa.
Yo iba feliz montada en la carreta durante todo el viaje, pero lo quiero decirles que este señor tenía una mansedumbre en su rostro que nunca se enojó porque montaba sin su permiso y hacía el recorrido desde el comisariato hasta el cielo le debo una Don Juan.
Creo que todos los niños en alguna ocasión nos montábamos en su carreta y disfrutábamos del viaje, solo me parece oír el ruido de las ruedas bajando la cuesta del campo de baseball y aquel chasquido de las ruedas haciendo crash crash y el hincando con un chuzo a los bueyes que venían cansados, tenían que bajar la cuesta hasta llegar abajo por el salón de la Marchena luego mi raid terminaba en el puente cerca del chino José.
Allí agarraba mi saquito y salía en guinda, él cruzaba el río o crique de Siuna, subía con su carreta la cuesta rumbo a su hogar, los pobres bueyes subiendo la empinada cuesta de pedregales, aún resuenan en mis oídos el chasquido de las ruedas de la carreta crash crash crash cuando pegaban contra las piedras.
Al llegar Don Juan les quitaba el yugo, un gran palo grueso de madera, los soltaba, los pobres recuerdo que se acostaban a rumiar lo que comían, muchas veces camino de visita donde mis amigos los Salvador, mire a los bueyes cansados del trabajo y paseando en la hierba.
Esta es la historia del primer transporte de la nica de Don Juan Rugama y su yunta de bueyes.
Me pareció loable recordar a este señor de una gran nobleza y mansedumbre porque otro nos hubiese regañado como doña Julia Castellón uy que carácter bueno como dijo Pancho Madrigal ay nos vemos jejeje espero que disfruten el viaje en carreta como yo lo disfrute.
Yunta de Bueyes first transport in Siuna in memory of Olga Ugarte
We bring the chronicle of Olga Ugarte, a teacher from Siuna, currently resides in California United States and shares her memories of Siuna in its early years.
Around the 40’s I think because it was not born yet, however, through research I can assure that the first transport was a don Juan Rugama ox cart.
Don Juan Rugama was a washed-up dark-haired man, with a few semi-closed eyes, strong for his years, I don’t know how old he would be when I remember, kind to the people, he lived next to the Saviors on the slopes of the mountain.
He had a team of oxen and his cart where he transported the cargo that came from Managua and distributed it throughout the town, especially the Chinese merchants and other townspeople.
When I was a girl, my grandmother sent me to the commissary on Saturdays to buy rice, flour, butter and sugar in a small bag that weighed walking, I carried it on my back but I got tired because I was maybe 9 years old.
I was skinny and I was resting little by little, there were times when I met Don Juan and his cart that was going back to Siuna, so I took advantage of it and without asking permission I would get on the cart in the back, that is how I would get to the bridge near the house
I was happily riding the cart throughout the trip, but I want to tell you that this man had a meekness on his face that never got angry because he rode without his permission and made the journey from the commissary to heaven I owe him a Don Juan.
I think that all the children on some occasion got on their wagon and enjoyed the trip, I only seem to hear the noise of the wheels going down the slope of the baseball field and that click of the wheels making a crash crash and hitting The oxen that came tired, had to go down the slope until they reached the Marchena hall, then my raid ended at the bridge near the Chinese José.
There I would take my bag and go out in cherry, he would cross the river or crique of Siuna, he would go up the slope with his cart towards his home, the poor oxen going up the steep slope of rocky ground, the click of the wheels still resonate in my ears. the cart crash crash crash when they hit the stones.
When Don Juan arrived, he took off their yoke, a large thick wooden stick, released them, the poor memories that went to bed to ruminate on what they ate, many times on the way to visit where my friends the Saviors, I looked at the oxen tired from work and strolling in the grass.
This is the story of the first transport of the Nicaraguan Don Juan Rugama and his team of oxen.
I found it commendable to remember this gentleman of great nobility and meekness because another would have scolded us like Mrs. Julia Castellón and what a good character as Pancho Madrigal said, and see you hehehe I hope you enjoy the trip by cart as I enjoy it.