De las entrañas de la dignidad, surgió el sentimiento antiyanqui en Nicaragua

Compartir

Como bienvenida a Nicaragua, el Presidente Daniel Ortega, hizo charla magistral de la intensa y heroica historia del pueblo nicaragüense a un grupo de nuevos embajadores de países y organismos internacionales que la noche del martes recibió su acreditación en el monumento de la Paz y la Vida en el centro de Managua.

Acompañado por la Vicepresidenta Rosario Murillo y el canciller Denis Moncada Colindirez, el mandatario hizo un sucinto repaso de la agitada vida política en Nicaragua, signada por las continuas agresiones de Estados Unidos y otras potencias, cuyo propósito ha sido apoderarse de la ruta interoceánica que puede desarrollarse en el sur del país.

Ante los nuevos embajadores de la República Árabe Saharaui, Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, Francia, Honduras, Perú, Rusia y los representantes del Programa Mundial de Alimentos, UNICEF y de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, el Presidente Ortega hizo especial énfasis en el carácter injerencista de la política de Estados Unidos hacia Nicaragua y en la vocación democrática del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

En tal sentido, Daniel recordó que el sentimiento anti yanqui del pueblo nicaragüense no es gratuito, sino que se fundamenta en las continuas agresiones y humillaciones que Estados Unidos ha infringido a Nicaragua a lo largo de los últimos 170 años.

Recalcó la persistencia histórica de Estados Unidos en su afán de dominar el poder político y el territorio de Nicaragua, que se remonta a un par de siglos atrás, cuando se valió de William Walker y militares para hacer realidad el anhelo de someter a Nicaragua”.

Narró el nefasto episodio cuando fuerzas oligarcas nacionales contrataron a la tropa de filibusteros de Estados Unidos, encabezados por Walker, quien se autoproclamó presidente de Nicaragua y decretó el régimen esclavista.

“Cuando William Walker fue a asumir la presidencia estaba el embajador norteamericano avalando la presidencia de Walker, pues ya Estados Unidos se sentía dueño de Nicaragua. Pero empezó la batalla contra Walker. Los centroamericanos estaban claros que si Walker dominaba Nicaragua se iba sobre Centroamérica y luego sobre México”, aseguró.

Citó que Walker pretendía restablecer en Estados Unidos “las fuerzas más conservadoras y esclavistas, y se dio la batalla y allí nació el sentimiento anti-expansionista y anti-yanqui en Nicaragua; allí nació en estas batallas. En la hacienda de San Jacinto, cuando le faltan las municiones, el sargento Andrés Castro toma una piedra y derriba a un yanqui. Los filibusteros iban al asalto con sus fusiles de repetición y ahí surgieron los primeros himnos anti-yanqui, cuando gritaban «Muerte al yanqui de oro sediento». Ahí salieron”.

“Los himnos no fueron inspirados por Lenin, no fueron inspirados por Marx, ni por Engels. El propio pueblo, como David enfrentó a Goliat, logró la victoria”, aseguró, recordando que mientras los ejércitos centroamericanos combatían a los filibusteros, “Walker vino a ser rescatado por la marina norteamericana e hizo al yanqui incendiar la ciudad de Granada y dejar ahí un rótulo que decía «aquí fue Granada» (en inglés Here was Granada)”.

“Nicaragua y sus ciudadanos tienen sentimientos anti-yanquis y antimperialistas, pero no tenemos nada contra el pueblo norteamericano, incluso con todo el historial de agresiones, de humillación, que provocan indignación entre las familias y generaciones que vienen creciendo”, mencionó Ortega.

Vocación democrática del sandinismo

El Presidente Ortega destacó también el talante democrático del FSLN y mencionó como prueba que luego de perder las elecciones de 1990, cuando el pueblo nicaragüense fue amenazado por Estados Unidos que si ganaban los sandinistas la guerra continuaría, esa organización no dudó “ni por un minuto” en entregar el poder.

Por un lado estaba el pueblo; por otro Estados Unidos y su mandatario George W. Bush abiertamente diciéndoles a los nicaragüenses que si el Frente Sandinista continuaba en el gobierno iba a mantener las campañas de terror, agregó.

“El sandinismo en ese entonces se sometió a una elección que podía haberla ganado, pero no quiso desconocer su derrota, reconoció los resultados y Nicaragua pasó esa etapa de 17 años”.

Desde 1990, “por primera vez en la historia de este país, se empezaron a dar cambios de gobiernos”, primero con la señora Chamorro, “luego el doctor Alemán y recibió todo el respaldo de la extrema derecha y recibió todo el respaldo del gobierno norteamericano y de los medios de comunicación que hoy se avergüenzan del doctor Alemán y con todo ese respaldo, ganó las elecciones”, a quien le sucedió en 2002, el ingeniero Enrique Bolaños.

En ese período, enfatizó, al Frente Sandinista “no se le ocurría, aún teniendo la fuerza para movilizar al pueblo, derrocar a cualquiera de esos tres gobiernos” (encabezados sucesivamente por Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños), mencionó el Comandante Ortega.

Recordó que durante esa campaña de terror en 1990, el pueblo nicaragüense estaba bajo la amenaza continuar una guerra que ya había dejado más de 50 mil víctimas. Indicó que muchas familias sandinistas que habían sufrido la muerte de algún miembro esas batallas, con lágrimas en los ojos votaron contra el FSLN con la ilusión de conquistar la paz. La alternativa que daban desde EEUU era la paz o la continuidad de la violencia, rememoró.

El comandante sandinista aseguró que en las elecciones de 1996, 2001 y 2006, a Nicaragua acudieron altos representantes del gobierno de turno de Estados Unidos para avalar los candidatos de la derecha y denostar al FSLN. Uno de ellos, de los más connotados y más potentes, recordó, fue el general Colin Powell, poco antes de las elecciones de 2006.

“Se reunió con el presidente Bolaños y dio declaraciones dejando claro que Estados Unidos respaldaba a los candidatos «demócratas» y que no respaldaba al sandinismo, y que un regreso al sandinismo iba a ser rechazado por las políticas norteamericanas. Dicho así tranquilamente, con el Presidente al lado. Eso sucedía en todas las elecciones”, resaltó.

Pero tras 17 años lejos de esa presidencia, el FSLN volvió al poder por medio de los votos con su victoria en las elecciones de 2006 y, con toda la experiencia acumulada, estableció una estrategia de alianza con los empresarios y los trabajadores, en busca de mejorar la calidad de vida de los nicaragüenses.

Con todo ese plan puesto en práctica, afirmó que los empresarios estaban ganando y el país tuvo un crecimiento sostenible hasta 2018, incluso solventando la crisis financiera de 2008, que sacudió hasta a las más potentes economías del mundo, como Estados Unidos y Europa.

El sangriento y fracasado asalto somocista

Sin embargo, un pequeño sector que cuestionaba esa alianza finalmente lanzó el asalto armado al poder en abril de 2018.

Fue una protesta no pacífica, donde hubo destrucción de hospitales, escuelas, alcaldías, con el fin de demoler “todo lo que se había logrado construir en beneficio de los pobres”, mencionó.

A pesar de la violencia indiscriminada lanzada por las hordas opositoras, rememoró que el Gobierno decidió mantener a la Policía en sus estaciones, “aguantando ataques armados todos los días. Ahí tenemos las cifras de policías que fueron asesinados. En tranques de los golpistas eran torturados, asesinados e incinerados policías y a quienes tenían carné de sandinistas. Ellos mismos filmaban las masacres, los capturaban, los quemaban, y todo lo subían a las redes sociales”.

Sin embargo, reclamó, para los organismos internacionales de derechos humanos, como el de la OEA, “no murieron sandinistas, no murieron policías”.

A su juicio, la violencia armada lanzada por la oposición financiada por Estados Unidos, fuer para destruir el modelo de desarrollo que con tanto éxito Nicaragua había logrado construir y que era un “mal ejemplo” para los pueblos de la región, pues significaba desarrollar un camino novedoso de alianzas, en las que todos los sectores salían ganando.

Expresó que la continuidad de la lucha sandinista, “de la bandera roja y negra, es para reivindicar la patria y levantar la bandera azul y blanco, levantar la moral de la nación”.

Concluyó felicitando al Programa Mundial de Alimentos (PMA), que recibió el pasado 9 de diciembre el Premio Nobel de la Paz de 2020 por sus esfuerzos para combatir el hambre en los países empobrecidos.

Los 12 nuevos embajadores son: de El Salvador, Javier Merino Lazo; del Perú, Alberto Massa Murazzi; de la Argentina, Mateo Daniel Capitanich; de Chile, Francisco Sepúlveda Valenzuela; de la República Árabe Saharaui Democrática, Uali Alí Salem Mahfud; de la República de Francia, Brieuc Pont; de Honduras, Norma Allegra Cerrato Sabillón; de Colombia, Alfredo Rangel Suárez; de la Federación de Rusia, Alexander Khokhólikov, del Programa Mundial de Alimentos, Giorgia Testolin; del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Antero Almeida de Pina, y de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), Nazario Esposito.

En la ceremonia también participó el Nuncio Apostólico, decano del cuerpo diplomático acreditado en Nicaragua, Monseñor Stanislaw Waldemar Sommertag.

From the bowels of dignity, anti-Yankee sentiment arose in Nicaragua

As a welcome to Nicaragua, President Daniel Ortega gave a keynote address on the intense and heroic history of the Nicaraguan people to a group of new ambassadors from countries and international organizations who received their accreditation at the Peace and Life monument on Tuesday night. in the center of Managua.

Accompanied by Vice President Rosario Murillo and Foreign Minister Denis Moncada Colindirez, the president made a brief review of the hectic political life in Nicaragua, marked by the continuous aggressions of the United States and other powers, whose purpose has been to seize the interoceanic route that can develop in the south of the country.

Before the new ambassadors of the Saharawi Arab Republic, Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, France, Honduras, Peru, Russia and the representatives of the World Food Program, UNICEF and the United Nations Office for Project Services, the President Ortega made special emphasis on the interventionist nature of United States policy towards Nicaragua and on the democratic vocation of the Sandinista National Liberation Front (FSLN).

In this sense, Daniel recalled that the anti-Yankee sentiment of the Nicaraguan people is not gratuitous, but is based on the continuous aggressions and humiliations that the United States has inflicted on Nicaragua over the last 170 years.

He emphasized the historical persistence of the United States in its desire to dominate the political power and the territory of Nicaragua, which goes back a couple of centuries ago, when it used William Walker and the military to make the desire to subdue Nicaragua come true.

He narrated the disastrous episode when national oligarchic forces hired the United States filibusters, led by Walker, who proclaimed himself president of Nicaragua and decreed the slave regime.

“When William Walker went to assume the presidency, the American ambassador was endorsing Walker’s presidency, since the United States already felt that he was the owner of Nicaragua. But the battle against Walker began. The Central Americans were clear that if Walker dominated Nicaragua he would go to Central America and then to Mexico, “he said.

He cited that Walker intended to reestablish in the United States “the most conservative and slave-owning forces, and the battle took place and there the anti-expansionist and anti-Yankee sentiment was born in Nicaragua; there he was born in these battles. At the San Jacinto ranch, when ammunition runs out, Sergeant Andrés Castro takes a stone and knocks down a Yankee. The filibusters went to the assault with their repeating rifles and there the first anti-Yankee hymns arose, when they shouted “Death to the thirsty golden Yankee.” There they came out ”.

“The hymns were not inspired by Lenin, they were not inspired by Marx, nor by Engels. The people themselves, as David faced Goliath, achieved victory ”, he assured, recalling that while the Central American armies were fighting the filibusters,“ Walker came to be rescued by the North American navy and made the Yankee set fire to the city of Granada and leave there a sign that said “Here was Granada” (in English Here was Granada) ”.

“Nicaragua and its citizens have anti-Yankee and anti-imperialist sentiments, but we have nothing against the North American people, even with all the history of aggression, of humiliation, that provoke indignation among families and generations that have been growing,” said Ortega.

Democratic vocation of Sandinismo

President Ortega also highlighted the democratic nature of the FSLN and mentioned as proof that after losing the 1990 elections, when the Nicaraguan people were threatened by the United States that if the Sandinistas won the war it would continue, that organization did not hesitate “not for a minute In handing over power.

On one side was the town; on the other hand, the United States and its president, George W. Bush, openly telling Nicaraguans that if the Sandinista Front continued in government, it would continue the terror campaigns, he added.

“Sandinismo at that time submitted to an election that could have won it, but it did not want to ignore its defeat, it recognized the results and Nicaragua passed that 17-year stage.”

Since 1990, “for the first time in the history of this country, changes of governments began”, first with Mrs. Chamorro, “then Dr. Alemán and he received all the support of the extreme right and received all the support of the government. American and the media that today are ashamed of Dr. Alemán and with all that support, he won the elections ”, who was succeeded in 2002 by the engineer Enrique Bolaños.

In that period, he emphasized, the Sandinista Front “did not think of it, even though it had the strength to mobilize the people, to overthrow any of those three governments” (led successively by Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán and Enrique Bolaños), Commander Ortega mentioned .

He recalled that during that campaign of terror and n 1990, the Nicaraguan people were under threat of continuing a war that had already left more than 50,000 victims. He indicated that many Sandinista families who had suffered the death of a member of those battles, with tears in their eyes, voted against the FSLN with the illusion of achieving peace. The alternative they gave from the US was peace or the continuity of violence, he recalled.

The Sandinista commander assured that in the elections of 1996, 2001 and 2006, high-ranking representatives of the US government turned up in Nicaragua to endorse the candidates of the right and to denounce the FSLN. One of them, of the most notorious and most powerful, he recalled, was General Colin Powell, shortly before the 2006 elections.

“He met with President Bolaños and made statements making it clear that the United States supported the” Democratic “candidates and did not support Sandinismo, and that a return to Sandinismo was going to be rejected by US policies. Said calmly like that, with the President at his side. That happened in all elections ”, he highlighted.

But after 17 years away from that presidency, the FSLN returned to power through votes with its victory in the 2006 elections and, with all the accumulated experience, established a strategy of alliance with businessmen and workers, in search of improve the quality of life of Nicaraguans.

With all that plan put into practice, he affirmed that businessmen were winning and the country had sustainable growth until 2018, even solving the financial crisis of 2008, which shook even the most powerful economies in the world, such as the United States and Europe.

The bloody and unsuccessful Somocista assault

However, a small sector that questioned that alliance finally launched the armed assault on power in April 2018.

It was a non-peaceful protest, where there was destruction of hospitals, schools, city halls, in order to demolish “everything that had been built for the benefit of the poor,” he mentioned.

Despite the indiscriminate violence launched by the opposition hordes, he recalled that the Government decided to keep the Police at its stations, “enduring armed attacks every day. There we have the numbers of police officers who were killed. Police officers and those who had Sandinista cards were tortured, murdered and cremated at the roadblocks of the coup plotters. They filmed the massacres themselves, captured them, burned them, and posted everything on social networks.

However, he claimed, for international human rights organizations, such as the OAS, “Sandinistas did not die, policemen did not die.”

In his opinion, the armed violence launched by the opposition financed by the United States was to destroy the development model that Nicaragua had managed to build with so much success and which was a “bad example” for the peoples of the region, since it meant developing a a novel way of alliances, in which all sectors were winning.

He expressed that the continuity of the Sandinista struggle, “of the red and black flag, is to vindicate the homeland and raise the blue and white flag, raise the morale of the nation.”

He concluded by congratulating the World Food Program (WFP), which received the 2020 Nobel Peace Prize on December 9 for its efforts to combat hunger in impoverished countries.

The 12 new ambassadors are: from El Salvador, Javier Merino Lazo; from Peru, Alberto Massa Murazzi; from Argentina, Mateo Daniel Capitanich; from Chile, Francisco Sepúlveda Valenzuela; from the Sahrawi Arab Democratic Republic, Uali Ali Salem Mahfud; of the Republic of France, Brieuc Pont; from Honduras, Norma Allegra Cerrato Sabillón; from Colombia, Alfredo Rangel Suárez; from the Russian Federation, Alexander Khokhólikov, from the World Food Program, Giorgia Testolin; from the United Nations Children’s Fund (UNICEF), Antero Almeida de Pina, and from the United Nations Office for Project Services (UNOPS), Nazario Esposito.

The ceremony was also attended by the Apostolic Nuncio, dean of the diplomatic corps accredited in Nicaragua, Monsignor Stanislaw Waldemar Sommertag.

Tomado de La Primerisima

Comunicador/a Intercultural

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SUSCRÍBETE a nuestro Periódico Digital Costeño

error: Content is protected !!