Papa pide solucionar conflictos a través del diálogo

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El papa Francisco alertó este sábado sobre el riesgo de que la complejidad de la crisis en el ámbito internacional induzca a elegir atajos en vez de los caminos más lentos del diálogo.

Al pronunciar la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y el mundo), con motivo de la Navidad, el sumo pontífice señaló que los senderos del diálogo son “en realidad, los únicos que conducen a la solución de los conflictos y a beneficios compartidos y duraderos”.

Mientras el anuncio del nacimiento del Salvador, fuente de la verdadera paz, resuena a nuestro alrededor y en el mundo entero, vemos todavía muchos conflictos, crisis y contradicciones, indicó Francisco.

En ese sentido, subrayó que parece que no terminan nunca y casi pasan desapercibidos, pues “nos hemos habituado de tal manera que inmensas tragedias ya se pasan por alto”.

A continuación, el llamó a pensar “en el pueblo sirio que desde hace más de una década vive una guerra que ha provocado muchas víctimas y un número incalculable de refugiados” y en Iraq “que después de un largo conflicto todavía tiene dificultad para levantarse”.

Escuchemos, dijo, el grito de los niños que se alza desde Yemen, donde una enorme tragedia, olvidada por todos, se está perpetrando en silencio desde hace años y “recordemos las continuas tensiones entre israelíes y palestinos que se prolongan sin solución, con consecuencias sociales y políticas cada vez mayores”.

En su exhortación al diálogo y la paz, el pontífice se refirió al Oriente Medio y “al pueblo afgano el cual desde hace más de cuarenta años es duramente probado por conflictos que obligan a muchos a dejar el país”.

Asimismo, invocó el favor de Dios para el “pueblo de Myanmar donde la intolerancia y la violencia también golpean frecuentemente a la comunidad cristiana y los lugares de culto, y opacan el rostro pacífico de sus gentes”.

Francisco abordó, además, la situación en el Líbano, Ucrania, Etiopía, la región del Sahel, Sudán y Sudán del Sur y los países del Norte de África “que sufren a causa de las divisiones, el desempleo y la desigualdad económica”.

Por otra parte, pidió al “hijo de Dios” consuelo para las víctimas de la violencia contra las mujeres, esperanza a los niños y adolescentes sometidos a actos de intimidación y abusos, así como aliento y afecto a los ancianos, “sobre todo a los que se encuentran más solos”.

En sus peticiones al “Niño de Belén”, Francisco incluyó la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19, la situación de los migrantes y el retorno a casa de “prisioneros de guerra, civiles y militares, de los conflictos recientes, y quienes están encarcelados por razones políticas”.

Pope asks to solve conflicts through dialogue

Pope Francis warned this Saturday about the risk that the complexity of the crisis in the international arena may lead to choosing shortcuts instead of the slower paths of dialogue.

When pronouncing the Urbi et Orbi blessing (to the city and the world), on the occasion of Christmas, the Supreme Pontiff pointed out that the paths of dialogue are “in reality, the only ones that lead to the resolution of conflicts and shared benefits and durable ”.

While the announcement of the birth of the Savior, source of true peace, resounds around us and throughout the world, we still see many conflicts, crises and contradictions, said Francisco.

In that sense, he stressed that it seems that they never end and almost go unnoticed, because “we have become so accustomed that immense tragedies are already overlooked.”

Next, he called for thinking “of the Syrian people who have been living a war for more than a decade that has caused many victims and an incalculable number of refugees” and of Iraq “which after a long conflict still has difficulty getting up.” .

Let us hear, he said, the cry of children that rises from Yemen, where an enormous tragedy, forgotten by all, has been perpetrating in silence for years and “let us remember the continuous tensions between Israelis and Palestinians that drag on without solution, with consequences increasing social and political levels ”.

In his exhortation for dialogue and peace, the pontiff referred to the Middle East and “the Afghan people, which for more than forty years have been severely tested by conflicts that force many to leave the country.”

Likewise, he invoked God’s favor for the “people of Myanmar where intolerance and violence also frequently hit the Christian community and places of worship, and overshadow the peaceful face of its people.”

Francis also addressed the situation in Lebanon, Ukraine, Ethiopia, the Sahel region, Sudan and South Sudan and the countries of North Africa “suffering from divisions, unemployment and economic inequality.”

On the other hand, he asked the “son of God” for consolation for the victims of violence against women, hope for children and adolescents subjected to acts of intimidation and abuse, as well as encouragement and affection for the elderly, “especially the elderly. that they are more alone ”.

In his petitions to the “Niño de Belén”, Francisco included the health emergency caused by the Covid-19 pandemic, the situation of migrants and the return home of “prisoners of war, civilians and military, from recent conflicts, and those who are imprisoned for political reasons ”.

Comunicador/a Intercultural

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