Rehabilitan mirador Cerro de La Cruz
Decir Bonanza es decir oro. Este municipio de la Costa Caribe Norte nació como un campamento minero alrededor de una veta descubierta por casualidad por buscadores de hule en 1880. Desde entonces la economía local gira en torno a la actividad y a los servicios que genera, lo que suma más de 130 años de tradición minera. Pero en 1956, esto pudo haber cambiado. En ese año, este municipio registró la peor sequía de su historia que amenazó con eliminar la minería y el futuro de sus habitantes.
Gregorio Downs Selva, ex minero de 73 años originario de Bonanza, recuerda lo sucedido. “Nunca habíamos tenido una época seca tan larga. La situación empeoró cuando la empresa minera anunció que si no llovía, se vería obligada a cerrar sus operaciones y aquí somos un pueblo minero que ha dependido del oro para vivir y sin el oro nos venimos a pique”, comenta.
“Ante la preocupación de quedarse sin trabajo, los mineros Juan Lagos y Juan Lira, hicieron una cruz de madera y apelando al fervor religioso de la comunidad bonanceña, salieron en romería para pedir al Creador que lloviera y al noveno día de oración milagrosamente cayó un aguacero torrencial que puso fin a la sequía”, relata Downs.
Sin darse cuenta en Bonanza había nacido una tradición. Al año siguiente de este suceso, un grupo de mineros llevó la cruz al cerro Barcala, donde permanece erguida de cara a la ciudad. Igualmente, como agradecimiento por el favor de que hubiera llovido y Bonanza mantuviera su principal fuente de empleo, cada Viernes Santo los bonanceños realizan una peregrinación al cerro.
Como un esfuerzo por continuar la construcción de una mejor Bonanza y de crear espacios para el esparcimiento de la población, HEMCO y la Alcaldía municipal rehabilitaron el mirador del Cerro de La Cruz. El proyecto, forma parte de las obras contempladas en el Plan de Ordenamiento y Desarrollo Urbano (PODU).
Desde 2008, a través de esta alianza se han ejecutado más de 25 proyectos sociales como la construcción del parque, un CDI para hijos de mineros artesanales, asentamientos urbanos, entre otros.
Para el alcalde Alexander Alvarado Lam, “este mirador es una insignia para nuestra comunidad. Su rehabilitación es una iniciativa importante para la recreación sana de todas las familias bonanceñas. Priorizamos espacios de sano esparcimiento porque en Bonanza hay pocas alternativas para la diversión de niños y jóvenes. Ahora ellos podrán disfrutar de la vista del mirador, áreas de chozas y bancas que se han construido para su uso”.
“En HEMCO estamos orgullosos de nuestras raíces caribeñas. Además de crear bienestar a la comunidad a través del PODU, procuramos rescatar nuestras tradiciones. Con la rehabilitación de este mirador icónico para los bonanceños queremos rescatar un espacio histórico y crear condiciones para beneficio de la población”, expresó Gregorio Downs Rocha, Gerente de RSE de HEMCO.